No votar el filibusterismo

14 mar 2019 / 11:31 H.

El pasado martes, 5 de marzo, quedaban disueltas las Cortes Generales y se daba por finalizada esta corta legislatura caracterizada por las dificultades para formar gobierno en 2016 y, también por supuesto, por una moción de censura que triunfó, por primera vez en la historia de nuestra democracia. Sin embargo, esta legislatura también se caracterizó por la quiebra del bipartidismo. Hubo quien auguró que la aparición de dos partidos nuevos fuertes mejoraría la salud del sistema porque, así, el Parlamento tendría más capacidad legislativa y de control sobre el Ejecutivo. Además, se reflejaría mejor el pluralismo político de nuestra sociedad. Sin embargo, la mayoría absoluta de PP y Cs en la Mesa del Congreso ha actuado como una tenaza que ha frenado la tramitación de muchas leyes. Una vez devuelto al Gobierno el proyecto de Presupuestos Generales del Estado —los más sociales de la historia—, PP y Cs consiguieron su objetivo: el adelanto electoral. Cientos de iniciativas a la papelera y cientos de millones de euros del contribuyente despilfarrados al servicio del bloqueo institucional y legislativo. Por eso, el 28 de abril y el 26 de mayo votaré a representantes que suden la camiseta y se ganen el sueldo haciendo buena política, no filibusterismo.