Lo que podría ser

    17 sep 2019 / 08:42 H.

    Hay tantos asuntos en nuestra capital que arreglar que es lógico no saber por dónde empezar. A menudo aparecen noticias en las que asociaciones vecinales denuncian el estado de sus barrios, quejándose por las problemáticas que les asolan. Me gustaría hablar de Peñamefécit, el barrio que a tantos nos vio nacer y crecer entre sus calles, comercios, bloques y residenciales. Un barrio lleno de vida, con sus luces y sus sombras, que en los últimos años he visto como decae sin que nadie haga nada. No esperen encontrar en él grandes superficies ni franquicias, ni gente pudiente con ostentosos coches y propiedades —que ojo, también los habrá—. Se trata de un barrio humilde, de gente trabajadora, al que la llama reivindicativa se le ha ido apagando poquito a poco, al ser vapuleado y arrinconando en el olvido. Primero, con la desaparición del mítico Colegio Peñamefécit, siguiendo por la ausencia de actividades culturales y lúdicas en la zona y culminando con una evidente desatención municipal, que puede verse en el estado de sus calles y calzadas. Por eso, cada vez que paseo por mi barrio, una parte de mí se lamenta por aquello que podría ser y que, a todas luces, no es. ¿Habrá esperanza?