Proceso de paz en Colombia

25 jun 2016 / 11:11 H.

Hay que congratularse porque el Gobierno de Colombia y la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), cuya actividad se remonta a hace más de medio siglo, al año 1964, acaban de suscribir un importante e histórico acuerdo bilateral de alto el fuego con el objetivo de dar fin a las hostilidades. La noticia es muy positiva y así se valora desde todas las instancias políticas y sociales, porque supone el principio de la normalización de la vida en ese país. Pero, al mismo tiempo, llegan datos que hacen pensar que la paz, en toda la extensión de la palabra, está lejos de llegar. El crimen organizado y la gran violencia que genera forzará a miles de colombianos a abandonar sus hogares cada año, según se ha denunciado desde el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur). De hecho, el conflicto en este tiempo ha generado hasta ahora alrededor de 200.000 muertos, tal y como pone en evidencia la ONU.

Ahora que llega la supuesta paz a Colombia, es preciso poner el foco en el crimen organizado, en relación con el tráfico de drogas y la minería y extracción ilegales, que seguirán dejando víctimas por el camino y obligarán a otros muchos a dejar el país.