Urbanizan un yacimiento calcolítico protegido

Los vestigios iberos de calle Cataluña de Jaén son más valiosos sepultados que protegidos; al menos eso se desprende de la autorización para que unos promotores les pongan “tierra adentro”. Jaén es un Paraíso Interior. Pues bajo las modernas urbanizaciones se encontraba un yacimiento que ha sido urbanizado por las cocheras y zonas comunes de los grandes residenciales. Entre las calles Miguel Castillejo y el Paseo de España se localizó una gran ciudad enterrada, con fosos concéntricos de agua, baluartes, murallas y canales de suministro hidráulico. Una labor de ingeniería como no se había encontrado ninguna otra en toda Europa. Pero la política del ladrillo se impuso a la política de recuperación de los descubrimientos y vestigios históricos. Merecía el esfuerzo rediseñar la urbanización del Norte de Jaén. Pero el culto al ladrillo se impuso a los intereses de patrimonio. Hacía falta mucho dinero para esa Andalucía imparable. Por eso los vestigios arqueológicos que la Delegación de Cultura ha autorizado a sepultar son más valiosos bajo 30.000 euros de tierra por encima, que protegidos y musealizados. Ese yacimiento era un “documento de piedra” cuyo sentido era demostrar que es una mínima parte del todo destruido. Ahí reside el empeño de que se sepulte, y se urbanice dentro de los jardines de un residencial. Tres mil metros cúbicos de tierra taparán la boca de ese vestigio para que no delate la aberrante política arqueológica de la Junta de Andalucía aquí en Jaén. La operación ha sido promovida por funcionarios de aquí, no de Sevilla. Un muro o una versallesca verja lo integrará dentro del recinto urbanizado de un residencial de lujo. Y nadie sabrá jamás que allí hubo un vestigio de una ciudad avanzada como nunca apareció otra en Europa. De esta manera tan burda la Delegación de Cultura de Jaén y el Ayuntamiento de Jaén han urbanizado un yacimiento protegido de la Edad del Cobre. Estas autoridades y funcionarios ¿se han dedicado a urbanizar patrimonio?