Las elecciones deben desembocar en gobiernos

Esta frase recoge una verdad de Perogrullo, que en los últimos cuatro años ha dejado de serlo en España por la sencilla razón de que las elecciones generales han desembocado a veces en una situación irresoluble en la que cada partido procura alcanzar sus objetivos, o, al menos, fastidiar al aspirante más votado negándole la abstención que le dejaría gobernar; abstención que antes era algo habitual sino había mayoría absoluta. Y este atranque bronco dicen las encuestas que se puede repetir, aunque algunos se dejen pelos en la gatera. Lo malo es que si se repite, uno se pregunta, ¿qué inversor extranjero va a invertir en una España que se permite tantos palos de ciego en medio de una nueva crisis incipiente, que ya afecta a la economía alemana? Razones tendrán los líderes políticos para dar lugar a nuevas elecciones, pero el pueblo pide ya a voces una ley que permita en estos casos gobernar al más votado, u otra alternativa, pero que haya un gobierno, un Poder Ejecutivo que no esté en funciones y que pueda tomar ya, decisiones y medidas para procurar el bienestar común de los ciudadanos.