Autoridad que no abusa

20 mar 2016 / 10:20 H.

Algunos funcionarios del Estado hemos sido testigos de cambios en las administraciones públicas en perjuicio de los intereses del Estado y del ciudadano: 1. administraciones paralelas. 2. sustitución de funcionarios por “personal de confianza” y contratados por las autoridades políticas. 3. subvenciones a afines. 4. ascensos a afines en administración pública. 5. procedimientos sancionadores sin garantías efectivas. Con estos cinco dardos desde hace un cuarto de siglo y sistemáticamente se han puenteado las leyes de garantías del Estado: acceso a la carrera pública, contratos, infraestructuras y protección de los derechos humanos. Como en cualquier proceso dictatorial y oligárquico en la España que me ha tocado vivir, he sido testigo de la impunidad con que autoridades han actuado en la Administración Pública: “Autoridad que no abusa pierde prestigio” era el lema. Algo está cambiando, pues los banquillos de acusados se están llenando de autoridades. Este escenario implica que algo está cambiando, y que “el abusar” no debe ser considerado “un privilegio del que manda”, sino un flagrante delito.