Al pan pan y al vino vino

06 oct 2019 / 11:16 H.

Me llamo César Manuel Rico Zafra y escribo este artículo porque se está poniendo en boca de mucha gente que los dueños de la finca denominada Cuesta Negra, del término de Torredelcampo, han puesto una puerta y están robando la sierra torrecampeña al pueblo. La mayoría de sus vecinos, sobre todo la gente mayor, sabe que fue mi difunto padre, Bernardo César Rico del Moral, el que realizó el camino para poder, así, llegar a las tierras que compró, denominadas Cuesta Negra por la gran mayoría de vecinos.

Al cabo de los años, llegó el Ayuntamiento con una fase de adecuación de caminos y dijeron que estos, que discurren alrededor de la finca y dentro de ella, eran suyos. En ese preciso momento, mi padre empezó una guerra en los juzgados para defender sus derechos y sus propìedades. Esa guerra ha durado demasiado tiempo y demos derrochado demasiado esfuerzo, y gracias a Dios, el Juzgado de Primera Instancia número 6 y de Familia de Jaén ha decretado que esos caminos son privados.

Así las cosas, como nos asiste la ley, se ha puesto una serie de puertas debido a que es un coto de caza y ello conlleva una peligrosidad para el que circule por él, ya sea andando o con cualquier tipo de vehículo. Todo ello para evitar males mayores y que luego no vengan diciendo que no se sabía, como suele pasar después de los incidentes. Incluso debo decir que, a día de hoy, existen señales que el Ayuntamiento de Torredelcampo puso en su día y que, aún teniendo una sentencia que dice que los caminos son privativos, no se han quitado, lo cual da a entender que son suyos. Lo malo de esto es que, por desgracia, las palabras se las lleva el viento y todo tiene que ser por escrito. Afirmo esto porque en su momento yo hablé personalmente con un señor del Ayuntamiento para que quitasen las señales y dijo que sin problemas, pero los problemas se lo están acarreando a las personas que no tienen educación y saltan por lo más mínimo.

De hecho, tengo que comunicar públicamente que hay señores del pueblo que están incitando a la gente para que denuncien a mi familia o la animan a cortar las vallas sin saber realmente el trasfondo de esta lucha que mi padre comenzó y que todavía no ha acabado. Pero lo peor de todo es que se llegue a los extremos de que se pueda insultar a las personas diciendo que se es un maleducado, pero sin dejar defenderse a las personas y dándoselas de haberle parado los pies. No doy nombres de los incitadores, mejor que no los dé, pero hemos tomado buena nota porque la ley es para todos, y el respeto, algo que no deberíamos perder nunca.

Escribo este artículo para poder aclarar las cosas y que no existan mal entendidos, porque, por desgracia, hoy en día el deporte más importante es meterse en las vidas de los demás, cuando realmente existen cosas más importantes que olvidamos muy a menudo. Las cosas claras y al pan, pan y al vino, vino.