Ya no cuela

Se ha puesto de moda entre la clase política una curiosa coletilla “como no puede ser de otra manera”. La primera vez que la oí, me causa asombro, pero ahora que parece haber llegado para quedarse, me suena como un mal chiste. Vamos a ver, señores políticos, las cosas, siempre pueden ser de otra manera. No hay una vía única, ni tan siquiera una verdad absoluta. Por suerte el pensamiento uniforme ya no cuela; en esos 40 años del siglo XX que tanto gustan en la derecha era imperativo, pero ya no. Cierto es que ya resulta cuanto menos irritante esa famosa frase, parece ser la excusa para cuando, o bien no se tiene nada que decir, o quien habla no está capacitado para articular un discurso coherente. No quisiera ser mal pensado y creer que quienes echan mano de la fórmula nos tratan como tontos, menos aún que su pretensión sea llamarnos gilipollas en la cara utilizando un sutil decorado léxico. Sea como fuere, lo cierto es que la coletilla se las trae. El nivel oratorio cotiza a la baja en el parqué de la política, y esto si es decepcionante, pues podía ser de otra forma.