¿Y por qué no te callas?

Le dijo la sartén al cazo. O la paja, la viga y el tuerto ajeno. O sea, que ahora te da coraje que el Rey (emérito, pero Rey), haga cosasssss, Rajoy dixit (te echamos de menos, como el vecino al alcalde). Revilla, qué buen chorizo, te enerva que Su (y Tu) Majestad use sus influencias para el bien común y el suyo propio, mientras tú, el político “del pueblo”, que vas más al hormiguero que las propias hormigas, te paseas por platós y escenarios jactándote de la humildad que deberían darte los demás. Y en plena pandemia te saltabas tus propias ¿normas? anticovid, puro en ristre y copa en mano. Vendiendo lo que vende y acusando a los populistas de populismo, ejerciendo acciones populares para ser como tales. O todo lo contrario. Pero con una lata de anchoas, la medio risa, una anécdota castiza y la ceja levantada al estilo Ancelotti, basta. O no. Que don Juancar se ha pegado unas cuantas sacaduras de pata, pero desde “el perdón, no lo volveré a hacer”, pasando por el “y ¿por qué no te callas?”, sin tener en cuenta los detalles del inicio de la democracia, algunas se hallan en su haber...Como dicen en el fútbol, respect.