Y mañana es 28

No se te olvide que al finalizar hoy será nuestro día, y aunque estemos de asueto, costa o montaña, habría que dedicarle unos minutos, una charla o una reflexión. Orgullosos como los que más, sin maniqueísmos ni sentimientos forzados hacia el absurdo, solo seguros de quienes somos, pero está claro, que siendo más de dar que de recibir desde el centro decisorio se aprovechan de esta vena nuestra. Ahora bien, cuanto más nos sintamos territorio de carácter con propia identificación, habrán de fijarse más y mimarnos, dándole nosotros utilidad clara al 28 de febrero. Por lo que nos toca, convertirnos en los incómodos andaluces olvidados, que se sepa que cuanto más omitidos, más molestos seremos. ¿Nos imaginamos un amago de Brexit jaenero?, da risa sí, pero el que no llega a la media nacional de ingresos por familia ya chapurrea el inglés. A pesar de eso creí ver la semana pasada a los responsables de la lista Bloomberg (países más sanos del mundo) tomando durante días seguidos tostadas con aceite y tomate. Lo que pudiéramos ser y no somos no es más que culpa nuestra.