Winter is coming

Esta semana ando con la lágrima fácil. Me asalta cuando parto patatas en lugar de cortando cebollas. O en la ducha, donde mis ojos saben que pueden desbordarse sin decoro. Lloro cuando me dejo engullir como un cordero fascinado por alguna música o por pensamientos dotados de existencia. Al leer un relato emborronado de ternura, mi copa rebosa, igual que el otro día cuando mi madre, que ya apenas me reconoce, me recitó de memoria el salmo 23. El intelecto observa atento este sentimentalismo inaceptable y se inquieta cuando tengo esa misma reacción con un suceso emocionalmente neutro: el vídeo de Juanma Moreno sobre Andalucía. Todo en él me conmueve: su melodía, su estética, su forma de romper tópicos y de decir que no es un anuncio, sino una advertencia para que nadie venga a Andalucía. Y puede llevar razón. Tenemos la mayor tasa de población en riesgo de exclusión social de Europa, mientras las grandes fortunas han recibido un regalo fiscal de más de 1.170 millones. Ha aumentado el gasto burocrático un 85%, más del doble de lo que han aumentado los de Sanidad y Educación, y en el SAS pronto se empezará a dar citas para operarse con médicos no nacidos. ¿Ves? ya he vuelto a lagrimear.