Vuelta
de tuerca

Por usar un coche (necesario en esta sociedad) debes pagar impuestos al comprarlo, el impuesto de matriculación, las primas por asegurarlo (que acaban de subir), el impuesto de circulación, la mitad de lo que se paga en combustible son impuestos, y ahora quieren desangrarnos con un nuevo impuesto por el uso de las autovías y autopistas (construidas y mantenidas ya con nuestros impuestos). La justificación siempre es la sanidad, educación o el mantenimiento, pero hace ya muchos años que teníamos una gran sanidad, educación, carreteras, y no tantos impuestos. La diferencia es que ahora hay que mantener a mucha ralea política. ¿Y por qué la gente no estalla ni en esta dramática situación social?, pues porque está muy estudiado cómo aplicar políticas impopulares (OCDE): timing (se anuncia más de 6 meses antes de aplicarse, con lo que no hay reacción), división (se discriminan las medidas para evitar un frente común), diluir el rol del Gobierno (atribuyéndolo a organismos europeos), control (de medios y fuerzas sindicalistas) y se justifican los costes sociales como efectos colaterales. Pero la gente se harta de que, en lugar de dar servicio, se esté abusando para mantener privilegiados sin oficio ni beneficio, y el hartazgo, la calle y las urnas están (todavía) libres de impuestos.