Vosotros, a lo vuestro
Me sale del alma decir que me llevan los diablos, pero simplemente voy a decir que me indigna. Sí, me indigna que en los últimos veinte años nuestros mandamases, gerifaltes y capitostes, se hayan gastado la friolera de ochenta mil millones de euros en proyectos faraónicos inútiles, en infraestructuras innecesarias y en otras obras que son inservibles y que quedaron abandonadas. Me indigna que detrás de todo esto hay un “de oca a oca y dame a mí que también me toca”. Y me indigna que doscientos diez días de nuestro trabajo vayan a pagar impuestos y que parte de ellos se use sin respeto ninguno. Ya dijo la simpar Carmen Calvo que el dinero público no es de nadie. Está usted completamente equivocada: ese dinero es de todos los españoles. ¿No han pensado en ayudar a nuestros agricultores ahora que ya los tienen absolutamente hartos de no poder con la carga? ¿Les parecería bien levantarse a trabajar para terminar con la triste frase “No llego a fin de mes”? Comprobar el derroche que hay de dinero público y que haya que trabajar un mes para ganar mil euros, es incomprensible. Que les mandamases cobren hasta por respirar, me indigna justamente, por no decir que me llevan todos los diablos.