Vomitivo
Otros vendrán que bueno te harán, dice el refrán. La ciscada de Rubiales ha quedado ridícula frente a la de Yolanda Díaz. Esas risas de complicidad me han producido náuseas. Algo huele a podrido en este país que no tuvo problemas a la hora de encerrar en la cárcel a presidentes del Banco de España, a presidentes de grandes bancos, a jueces corruptos, a directores generales de la Guardia Civil, etcétera. Todo aquello nos hacía pensar que en España había Justicia. Llegamos a creer que el que la hace la paga, pero no. No recuerdo al vicepresidente Alfonso Guerra viajando a Laos para pedirle a Luis Roldán ayuda para encontrar el dinero defraudado. Pero ocurre que ahora, al parecer, es normal que una vicepresidenta del gobierno se encariñe con un individuo prófugo de la justicia (como Roldán) y se dedique a reírle las gracias tan simpática ella. Y para dorar la píldora se entretiene en contarle que el amigo común que vive en Moncloa ya está dedicado de lleno a solucionar su problema para que pueda volver a su país. Que se venga pa España. Que no se vaya a Dubai como hacen otros sin estar condenados. Que todo está olvidado. Que lo de las calles ardiendo no fue nada. Que si quieres lo repites. Pero eso sí, que dice Pedro que no quiere mudarse de casa y que tienes que ayudarle diciendo sí cuando te preguntes tu opinión al respecto. Porfa Carles que tú eres progresista y de izquierdas. Vomitivo.