Voluntad y terapia

La voluntad de Susana Rodríguez no tiene límites. Le dio un infarto y un ictus, pero ha corrido en la carrera pedestre de San Antón, eso sí, como no podía ser de otra forma por su riesgo, estando acompañada de la asistencia necesaria para poder terminar la prueba atlética de las lumbres de San Antón, sin faltarle la respiración y el agotamiento muscular. Fue mi compañera de Diario JAÉN. Le dediqué un pasodoble taurino con fondo de “Churumbelerías”, una obra célebre del maestro Emilio Cebrián, autor entre otras lindezas musicales y pegadizas del Himno a Jaén. Es hermana de Santi Rodríguez, por cierto, que es más bueno que el pan blanco y con un corazón más grande que la Plaza de Toros de la Alameda. Voluntad y deseos de vivir no tiene fronteras ni obstáculos para ella. Lo ha demostrado durante tantos días, y animada, eso sí, por este diario, que le ha aportado el apoyo sin fisuras a lo largo y ancho del tiempo. Su humor como el de su hermano, quizás fue copiado de su abuela, una mujer más risueña que unas castañuelas, esos crótalos que vibran al compás del ritmo y la gracia. El ejemplo de Susana merece un estudio profundo de la Ciencia, ya que su esfuerzo se ha ganado el aplauso de todo Jaén. Enhorabuena y que Nuestro Padre Jesús te siga dando ese aliento que nunca te ha faltado.