Volodímir Zelenski
Figura indiscutible del Siglo XXI que vive bajo los bombardeos de otra figura oscura que vive como un zar redivivo que ha llegado a la política para ser la antítesis histórica de un presidente ucraniano que está jugando un papel fundamental en la defensa de un país que ha sido ocupado por fuerzas rusas lideradas por un ex KGB ambiciosos y sin escrúpulos. Todo el mundo sabe lo que piensa Zelenski porque sale todos los días a hablar con los medios de comunicación como corresponde a un presidente electo que ha llegado a héroe de su país después de haber logrado la unión de todo un país invadido por un señor que se ha autoproclamado líder global por decisión propia. En la característica forma de hablar de Zelenski solo caben palabras de agradecimiento para todos sus conciudadanos, igual que su homónimo ruso, que hace desaparecer de la escena pública a todo aquel que osa desafiarlo, aunque sea con una simple pancarta. A pesar de la situación bélica de su país, Zelenski se muestra optimista porque tiene un talento innato para complacer a todo el que llega a conocerlo ya sea amigo u opositor. A lo largo de su carrera artística nadie pensó que llegaría a reforzar su figura en una guerra iniciada por un vecino que ha cruzado todas las líneas rojas que la maldad puede desatar. Iniciar una carrera política habiendo sido un actor popular, solo puede conseguirlo quien es el favorito de la mayoría de los ucranianos.
El flamante nuevo presidente —elegido el 21 de abril de 2019— de Ucrania nunca pensó que, en un periodo de tres años, su país iba a sufrir una agresión brutal que ha violado todas las reglas internacionales y ha sido perpetrada por sus hermanos rusos, a pesar de eso, Zelenski ha prometido que nunca decepcionará a sus compatriotas. Con esta guerra, ha nacido una estrella de la política europea que tiene la misión de frenar el empuje imperialista de un Putin —que intentó durante diez veces acallarlo física o políticamente para siempre—, al que ha desafiado abiertamente al tiempo que lideraba la resistencia popular de todo un país. Zelenski representa la respuesta colectiva de Occidente y por esa razón, ha sido ovacionado en todos los parlamentos europeos y en el Congreso estadounidense. Desde el 24 de febrero de 2022 el territorio ucraniano —Kyiv, la capital del país y en otras ciudades como Odesa, Mariúpol o Dnipró—, está siendo castigado con continuos ataques de misiles balísticos que han dejado un número de bajas humanas que tardará mucho tiempo en olvidarse por parte de unos ucranianos que desde el primer momento trataron de adaptarse a una nueva realidad que parecía imposible que ocurriera. Aunque después de la anexión de Crimea y la ocupación del Dombás en 2014 lo único que podía detener el avance ruso era la rendición total del Estado ucraniano. Su falta de experiencia en política y en asuntos de Estado no le ha impedido al sexto presidente de su país, que se negó a ser evacuado y trasladado a un lugar seguro, desafiar al señor del Kremlin que le dio por bombardear a un estado libre e independiente de Europa Central. Nunca pensé que volveríamos a ver una cosa semejante en el viejo continente, ni que Europa tendría que sobreponerse e intentar derrocar, otra vez, a un tirano de los anales de la historia. Zelenski se ha convertido en el símbolo más importante de la resistencia del pueblo ucraniano y su popularidad puede compararse a un expresidente soviético que se llama Mijaíl Gorbachov.