Vocación universal

    25 jul 2019 / 11:37 H.

    Luego escribiría “1984” y “Animal Farm” pero en diciembre de 1936 Orwel llega a Barcelona para alistarse en el POUM. El marxismo tiene vocación universal. Lenin crea el Comintern (1919) para coordinar y dirigir el socialismo en los distintos países y es en su seno donde se concibe el Frente Popular, o alianza con otros “compañeros de viaje” para endulzar el maximalismo revolucionario (si éste no fuera bien visto) bajo la falaz apariencia de un reformismo moderado. Orwel, del Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM), presenció en vivo y directo “Els fets de Maig”, el baño de sangre de las izquierdas en las calles de Barcelona. Incapaces de entenderse entre sí, acabaron matándose unos a otros. Para los comunistas el objetivo preferente era ganar la guerra a Franco, aunque para ello hubiera que pactar con la burguesía republicana. Para los anarquistas de la CNT-FAI y el POUM lo prioritario era sin embargo, cambiar las estructuras burguesas aprovechando la fragilidad de una República en guerra. Podrían haberse entendido, pero ganó una de las tesis. En junio del 37 el POUM fue declarado ilegal y días después Orwel cruzaba la frontera española huyendo con su esposa hacia Francia.