Vivir y ayudar

    18 nov 2020 / 16:29 H.
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    El editorial del pasado lunes de Diario JAÉN me parece de lo más acertado. Con la situación de pandemia tenemos tal exceso de información y desinformación que al final desconectamos y nos olvidamos de colectivos que necesitan mucho de los otros. Efectivamente, como consecuencia de lo que estamos viviendo, enfermos de alzhéimer, los afectados por algún tipo de parálisis, niños con necesidades especiales, o personas que necesitan algún tipo de terapia o taller, bien por temas de adicción o por salud emocional, entre otros, se han visto privados de esa asistencia y compañía que les permitan trabajar, superar y dejar atrás. Hay que seguir combatiendo la covid-19 de forma sensata y responsable, sin miedos pero con mucho respeto y responsabilidad. Igualmente, por responsabilidad y humanidad, no hay que olvidar a estos colectivos e intentar de alguna forma paliar esa desatención, por lo menos hasta que retomemos la vida presencial con normalidad. La virtualidad ahora nos está salvando de muchas situaciones, pero no es lo ideal, prefiero ver los ojos de una persona de forma real que a través de la pantalla de un móvil u ordenador, me enriquece y aporta mucho más. Y escribiendo de carencias, aprovecho, una vez más, para reforzar el trabajo que se hace en los centros educativos para la prevención del consumo de drogas, del acoso escolar, fomentar el deporte, la lectura, o el buen uso de las redes sociales, que vergüenza me da la noticia de los “influencers” denunciados en una fiesta ilegal en Marbella, menuda influencia para nuestros jóvenes y adolescentes. Trabajo que, en mi opinión y en la de muchos expertos, tiene que ser ampliado para favorecer espacios en los que gestionar las emociones. Con la salud emocional y mental nos jugamos mucho, y aquí tenemos que estar involucrados todos, padres, hijos y profesores. En otra ocasión escribiré sobre el suicidio, que en España duplica en número de fallecidos al de los accidentes de tráfico, asunto de vital importancia que no se debe demorar. Bonito es el sentido de la vida para ayudar a estas personas a que tengan una vida normal.

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