Caracoles vacíos

Años atrás cuando reventó la burbuja inmobiliaria y hubo que rescatar con dinero público a los bancos que hoy día y tras cientos de miles de desahucios se han convertido en propietarios de casi el cien por cien de las viviendas vacías que hay “okupadas” en España, explotó también la falsa y errónea teoría de construir a mansalva para abaratar el metro cuadrado de vivienda, cosa que como ya sabemos no sucedió, sino todo lo contrario. De entonces a ahora poco han cambiado las cosas, o más bien, han ido a peor. Solo hay que ver las dificultades a las que se enfrentan aquellos que pagan dos tercios de su salario por vivir bajo techo, o esos otros que se hipotecan de por vida a merced del Euribor ascendente. En este país de pueblos vacíos, de ciudades estado masificadas, de solares abandonados, cascos urbanos con edificaciones ruinosas y con un parque de viviendas públicas casi inexistente, hace falta una ley de vivienda que ponga al día el derecho constitucional a facilitarla y el no menos importante derecho a proteger también la propiedad privada. Regular el alquiler en zonas tensionadas y cobrar en especie la guita que nos deben los bancos sería un buen comienzo.