Violencia Intrafamiliar

    28 abr 2022 / 16:32 H.
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    El culto a Baco, exclusivo para mujeres, fue introducido en Roma tras las Guerras Púnicas. Junto a esta agencia religiosa, las mujeres aprovecharon la ausencia de los hombres en guerra para administrar bienes y reclamar sus derechos (como demuestra la manifestación de matronas que abolió la “ley Opia” que restringía sus privilegios). El senado romano, viendo mermada la autoridad patriarcal, acusó a las bacantes de promover explosiones de sexo y violencia sobre los iniciados, y en el año 186 a.C. el edicto de las bacanales promovió una caza de brujas que causó la muerte de siete mil mujeres. La ejecución de las inculpadas se dejó en manos de sus propias familias, pues, al fin y al cabo, el Estado era el conjunto de “pater familias”. XXII siglos después, el Gobierno del PP y Vox para Castilla y León quiere tramitar antes del 31 de julio una “ley de violencia intrafamiliar” donde la mujer ya no sufre violencia por el hecho de serlo, como manifestación de la discriminación, la desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre ellas. Ahora el entramado patriarcal vuelve a ocultar la violencia hacia las mujeres tras los muros de las casas donde nadie, ni el Estado, puede entrar.

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