Vienen pero van

Nuestra Semana Santa llega. Atrae. Atrapa. Arrasa. Jaén es mucho Jaén. Y los católicos lucimos con orgullo nuestras tradiciones. Y esa evidencia no hay político que la obvie. Navidad. Tiempo de celebración del nacimiento del Niño Dios. Semana Santa. La Pasión de Cristo, que murió por todos nosotros en la Cruz. No olvidemos lo que significan. Respeto absoluto a las demás religiones y tradiciones, pero orgullo total de la nuestra, la mayoritaria. Tanto trabajo de nuestros cofrades, unido a un tiempo primaveral exquisitamente preocupante, sin la clásica lluvia de San Lucas y de Semana Santa, han hecho récord la asistencia. Bares llenos. Calles repletas. Sin habitaciones. Sí, pero...me genera risa cuando vemos las terrazas llenas y se oye eso de “donde está la crisis”. Mesas llenas de cervezas calientes y de tapas que vuelan. Poca gamba blanca ni jamón negro. Y sí, pero...vienen de fuera los que aman el tapeo mientras nuestros bien formados ingenieros, nuestros abnegados médicos, huyen al mundo en busca de uno mejor. Una nómina acorde a tantos años con tantas noches en vela y callos en los codos. Una inversión en Educación y Sanidad a costa de tantos que disfrutan aquellos. Porque sí, vienen unos días, pero van unos años.