Viaje al funeral

Suecia, Japón y España, estas tres patrias en todo el mundo acotan los poderes de las realezas en sus países. Con la muerte de la nonagenaria Isabel II del Reino Unido, el empacho de datos, tertulias, eventos y exequias muchos días después del fallecimiento, se ha fraguado un mito tan natural como el uso del pegamento, esperando que todo cambie, pero todo siga igual. Todos los mitos y leyendas tienen su origen, en este caso aderezado por el clima, muy determinante, por cierto, en la sangre azul de un rancio abolengo que pocas patrias desean mantener a expensas de los lomos del pueblo, pues el pegamento entre la monarquía y el gobierno votado por el pueblo ya está obsoleto. No se trata de hacer un ranking, pero si se trata de conocer la realidad y tener constancia de que una imagen y un status adornados en el digno té inglés tiene su historia particular, casi nada de sangre azul, ejemplo: ¿duquesa o reina? Si ambas, duquesa de Alba y reina Isabel II esperasen juntas un mismo ascensor, la reina hubiera tenido que cederle el paso a Cayetana por protocolo, pues esta tenía más sangre azul. Quizás este funeral haya sido un espejo deformado para algunos invitados a dicho réquiem, viendo pasar antes sus narices lo que no será cuando fallezcan.