Veremos a ver

15 dic 2022 / 16:16 H.
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Nunca había habido tanto revuelo por cualquier cosa. Si el gobierno dice una cosa, la oposición la contraria. Y si es al revés, pues rápidamente al revés también, para variar. Hay que hacer ruido cueste lo que cueste y sea como sea. La derecha juega su historia de siempre, que si Bildu y que si la desintegración de España, y la ultraderecha ya va a saco con la corrupción y los pactos con los etarras. A ver, nadie quería a ETA pero, ahora que ya no hay una banda armada pululando por nuestra geografía, ¿qué hacemos con los que les apoyaban, los metemos todos en la cárcel o los tenemos en cuenta, igual que hoy es ERC o cualquier otro partido independentista? ¿No forman parte del Estado todos, quieran o no? ¿Son o no son españoles? Aunque no lo deseen lo son, como los catalanes independentistas o los anarquistas, los pocos o muchos que haya por ahí sueltos... Pero decía que es curiosa esta situación a la que hemos llegado, y este cacareo constante de la oposición. El Código Penal en España necesita de una reforma integral, y posiblemente sea la otra gran piedra de toque que le falta a nuestra democracia. Una actualización con todas las de la ley, nunca mejor dicho lo de ley. Arrastramos una jurisprudencia en muchos casos del Antiguo Régimen, y como poco decimonónica, parcheada apenas desde 1978 para salir del paso. Cualquier gobierno que se precie debería afrontar un gran debate sobre el Código Penal. Luego pasa lo que pasa. En general, el PP se ve impotente para frenar las medidas de izquierdas y progresistas que está asumiendo Pedro Sánchez y que de un modo u otro van a auparle a renovar otro mandato, si todo va bien y si Podemos y Sumar se unen finalmente, pues dependerá de esos votos que el PSOE logre un gobierno de coalición de nuevo. Veremos. Lo que no ofrece duda alguna es el evidente retroceso de las derechas, y si hubo un contrapeso de fuerzas hasta hace unos meses, ahora las izquierdas se están reponiendo, lo cual agradezco yo íntimamente. Ahí queda por ejemplo la ineptitud de Moreno Bonilla y este gobierno deficiente y populista del PP andaluz, la chapuza y el folklorismo barato, inmovilismo, pasividad y ese mismo clientelismo que ellos denunciaban, pero revertido a su favor. Ahora se dan cuenta de cómo funcionan las cosas y de esas palancas que había que mover para que, como decía El Gatopardo, “Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie”. Sabia filosofía que se aplican los del PP, con sus chalequillos acolchados y su ropa color caqui de caza, sus zapatos castellanos e indumentaria rociera, que parece que estamos todos echándonos una manzanilla y contando chistes, criticando a esos socialistas que son la ruina del país, una panda de ladrones que nunca se han visto tantos juntos, ateos y comunistas, y que dónde vamos a parar... Me alegra saber que Pedro Sánchez adopta eficaces políticas activas de izquierda a pesar de estar coaccionado por tantas fuerzas externas, la UE y esos poderes financieros que a buen seguro ejercen una nociva influencia en la toma de decisiones. Y se nota. Lo está haciendo bien y por eso ganará de nuevo, porque la gente no es tonta y ve los esfuerzos por mejorar y beneficiar a la mayoría. Solo falta que a la izquierda del PSOE se pongan de acuerdo y dejen de pelearse entre ellos, porque sin ellos no sé si va a ser posible. Veremos. Veremos a ver.

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