Otra mentalidad

La prudencia humana, mezclada con el miedo lógico a lo que no podemos controlar, nos hace decidir lo que ya estamos haciendo, replantearnos el modo de descansar en estas vacaciones. Para la mayoría, es un verdadero sacrificio el tener que dejar las costumbres de ocio que por años veníamos disfrutando cuando salíamos de nuestros domicilios habituales y respirábamos otros aires; los que podían hacerlo, claro. Efectivamente, esta forma de funcionar nos hacía relajarnos en base a ese mecanismo del me olvido de problemas y a la vez me doy todas las satisfacciones posibles; de ahí que volvamos siempre más despejados. Pero ahora esto nos lo tenemos que replantear. Salir fuera de nuestro entorno, si no es a lugares aislados, es correr cierto riesgo de que el enemigo invisible nos asalte; así lo están viendo muchos. Pero para quien piense así, ahora toca, por tanto, cambiar un poco la mentalidad, aceptar las cosas como vienen, pero de buen grado, que este aceptar las cosas así nos sirve para todo el año y es buen entrenamiento para nuestra vida en general. Y algo más de austeridad tampoco está del todo mal, porque la austeridad es buen camino para el dominio de uno mismo. Opino yo.