Veran(l)eo

Dice la ciencia que leer por placer genera dopamina y serotonina, y reduce los niveles de cortisol, o sea, produce felicidad y reduce estrés. Leer se asemeja a los sueños o a la hipnosis. Además que el vocabulario y el conocimiento que se adquiere leyendo es más variado y rico que el que se adquiere conversando o viendo televisión. Busquemos un buen libro para este verano, dediquemos un tiempo a decidir qué leer, el disfrute comienza desde la propia búsqueda. Pidamos sugerencias a quienes nos rodean, y lo que en principio son personas recomendándonos libros en realidad son libros que nos están trazando a esas personas. Ese libro, aún cerrado, es un amigo que espera, y una vez abierto nos comunica con la inteligencia del escritor (y del que nos lo recomienda), le damos nuestro sentido, lo transformamos en experiencia, y a la vez nos transforma y modela para siempre. Y cuando veamos que se acaban las hojas tendremos esa lucha interior entre querer y no coronarlo. Ya leído le podemos poner nuestro nombre en la primera hoja, es nuestro y nosotros suyo. Lo reviviremos, y podremos recomendarlo (o no), y entonces ese libro nos recomendará a nosotros. Aparca lo que estás haciendo y busca ya un buen libro. ¡Lee y disfruta!