Venceremos

    27 mar 2020 / 16:28 H.
    Ver comentarios

    Llevamos casi dos semanas de cuarentena y los hechos más luctuosos se suceden de manera vertiginosa a pesar de que en estos días de prevención las horas parece que pasan con varios minutos de retraso porque hay tiempo hasta para hacer esas cosas pequeñas que estaban pendientes, ya que vivíamos con tanta prisa que no teníamos ni un segundo que perder. Ahora hasta podemos permitirnos el lujo de hablar con nuestra familia, porque tenemos tiempo de reflexionar y hemos de aceptar que la vida es de otra manera y que todos estamos concernidos con el mismo problema.

    Las noticias cada vez más alarmantes nos llegan en tiempo real y con tanta abundancia de detalles que encogen el corazón y machacan la mente de aquellas personas que no pueden evitar ser aprensivas, porque ese es su carácter. Otros intentan racionalizar la situación y evitar entrar en pánico actuando con esa calma tan necesaria que como eficaz bálsamo, eleva el ánimo y da entereza a los demás. Son muy de agradecer todas aquellas iniciativas, que respetando las normas establecidas, contribuyen a cohesionar a todos, esos aplausos colectivos a una hora determinada o esos cantos expresando la voluntad de resistir al mal que camina invisible entre nosotros. Escuchar el sonido de esa canción del Dúo Dinámico que se ha vuelto a poner de moda y algunos entonan por los balcones nos recuerda que “hay que doblarse como los juncos y resistir para seguir viviendo, soportar los golpes y jamás rendirse” porque somos una sociedad compacta y fuerte que ante el problema que afrontamos está dispuesta a resistir, y así lo expresamos con resignación ante la adversidad y con esperanza para encontrar un futuro que ahora se presenta sombrío.

    La realidad actual es muy dura y los medios de comunicación nos ofrecen hora tras hora nuevos datos muy difíciles de digerir, datos que sólo son estadísticas desde un punto de vista general, pero que en cada uno de los casos significan una tragedia humana que sufrirá cada familia en silencio, con impotencia y sin poder compartir su dolor con los amigos y conocidos para ser reconfortados. Es necesario sobreponerse, estar unidos porque así somos más fuertes y por supuesto luchar para seguir adelante. Cada uno de nosotros tiene una misión en esta batalla en la que estamos inmersos, aunque solo sea estar en casa y aceptar que esa es la mejor forma que tenemos de contribuir al objetivo común. Yo soy uno de esos millones de personas que estamos confinados y solo salimos a la calle cuando es imprescindible. Suelo dedicar mi tiempo a ayudar en lo que puedo, caminar por el pasillo, leer, jugar al ajedrez por internet y escribir algún que otro relato mientras escucho música. En este momento, después de un día muy largo, como han sido todos los que le han precedido desde el comienzo del estado de alerta y serán los que queden hasta que esto finalice, me siento bien y espero que así continúe con la ayuda de Dios; ahora suena en mi despacho una hermosa canción folk que escuché por primera vez en la voz de Pete Seeger, pero cuya versión más popular es la de Joan Baez, quien la interpretó en la Marcha sobre Washington en 1963. Estoy hablando de “We shall overcome”, esa genuina canción de protesta que es un símbolo de la generación hippie y que muchos de los que ya peinamos canas hemos tarareado en alguna ocasión. Seguro que todos la tenéis en la memoria, como yo la recuerdo ahora junto con aquel mítico discurso, “Yo tengo un sueño” de Martin Luther King que tuvo lugar en la misma fecha y escenario, el monumento a Abraham Lincoln.

    Pues bien, parafraseando a ambos, yo también tengo un sueño, y es que llegará un hermoso amanecer después de la larga noche de cautiverio, y como dice la canción, vamos a vencer y no hemos de tener miedo, de hecho, cada día que pasa a pesar de todos los golpes de ese enemigo implacable que nos golpea, somos más fuertes y no tenemos miedo. Más pronto que tarde encontraremos el camino de la victoria y llegaremos a estar bien, algún día no lejano estaremos bien, porque venceremos y viviremos en paz, desde lo más profundo de mi corazón creo que algún día venceremos.

    No hay que desesperar, sino todo lo contrario, hay que perseverar, ser fuertes, resistir, seguir luchando y al final venceremos.

    Articulistas