Vecinos

    27 may 2023 / 10:19 H.
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    Un vecino molesto es un problema, que se convierte en una preocupación del tamaño y constancia de la incomodidad que provoca. Puede molestar una mascota ruidosa o unos niños pequeños, especialmente de sueño difícil y pulmones de tenor; y molesta el vecino de aparcamiento que abre la puerta de su coche marcando la del nuestro; o el que practica 24/7 determinados instrumentos, o los estudiantes reconocidos como los mejores anfitriones nocturnos del barrio. Pero los peores son aquellos que molestan de manera continua, insistente, premeditada e intencionadamente. ¿Soluciones? No buscar el conflicto, ser asertivos, a veces inhibirse, dialogar con o sin mediadores y, cuando ya se abusa, actuar contundentemente para hacerse respetar. Lo mismo pasa con los países. Nuestro vecino de “abajo” (del de “arriba” ya hablaremos) lo mismo invade Perejil, que nos descontrola el flujo migratorio; igual espía el móvil de nuestro presidente y le chantajea, que reclama en su Senado territorios españoles, y en su continuada actividad vecinal, lo mismo se le relaciona a su inteligencia con el 11M que con la compra de votos para este domingo. ¿Soluciones?... las mismas aplicables a la convivencia entre vecinos escritas en itálica más arriba.

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