Vacaciones, ganas o rutina
El final y el principio del verano siempre marcan el estilo a planear para los futuros días calurosos, ansiados por los cambios que traerán en los hábitos de vida, hasta el punto de que elegir los destinos vacacionales temporales nos aporta desconexión y sosiego. Cierto es que la mentira supera la verdad con el bulo. Mensajes que lanzan sin verificar a cambio de un rédito pírrico con caducidad. Por ejemplo, la red X, la antigua “Twiter”, ha sido vetada en Argentina. Para su reinstauración en dicho país, le han pedido al opulento dueño como condición, que antes de publicar cualquier información esta debe de ser contrastada y no dejar que los bulos campen a sus anchas en esta red social, que tanta falacia dinamiza en 150 caracteres por mensaje. Quizás esa sería la mejor desconexión de todas, me refiero a la de desenchufarse de los bulos para así evitar que el miedo entre en nuestras casas. Viajar en verano forma parte de lo que creemos que es descanso. Quizás sea así, o no, pues el maquiavelismo de que el fin justifica los medios ya nos tiene sobrepasados. Si algo es verdad es que por muchas fiestas que nos demos en el mejor de los homenajes, como en la casa de una-o como en ninguna-o.