Unas Pascuas diferentes

Desde que empezamos con el desacerbado consumo en estas fiestas, todo era comprar comida, regalos y juguetes carísimos y que luego los pequeños utilizaban unos días. Trajes de fiesta y demás parafernalias. Hemos pasado a unos días de comidas con pocos comensales y los juegos más livianos y menos cantidad, que nos llevará a entender que no se puede hacer esas barbaridades sin tener poder adquisitivo suficiente. De ahora en adelante nos sabemos, ni podemos saber cómo va a ser en el futuro estos eventos. No podemos hacer previsiones de futuro, porque no sabemos como evolucionara esta pandemia ni sus consecuencias. Vamos a hacer los esfuerzos necesarios para volver a la normalidad, tardaremos en verlo. Esa cantidad de anuncios, en los que solo son propaganda sobre los seguros sanitarios. Y también de compañías para los enterramientos, son ya demasiados y otra forma de sacarnos el dinero y aprovecharse de la situación en la que estamos inmersos. La solidaridad y ayuda entre las personas serán los prioritarios para poder mejorar la situación en que van a pasar las Navidades, a personas que no tienen recursos ni para poder comer en condiciones normales. Y puedan pasar la noche bajo un techo y con un plato de comida, para los que no tienen nada.