Una nueva y morbosa luz

    10 ene 2023 / 17:15 H.
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    Cada comienzo de año, y dejando de lado el viejo aforismo de que todo tiempo pasado fue mejor, uno espera que, como por arte de magia, se desvanezca de sopetón todo aquello que le mortifica, dando paso a un estelar camino de rosas. Pero lo cierto es que, a pesar de nuestro, casi siempre infructuoso, empeño en que prevalezca lo bueno, una suerte y su contraria se van alternando. Como bien dice el Libro del Eclesiastés, todo tiene su tiempo y sazón. Así, hay un tiempo de nacer y un tiempo de morir, un tiempo de llorar y un tiempo de reír, de callar y de hablar, de amar y de odiar, de guerra y de paz... En resumen, que nada dura eternamente. Cuando al fin aceptas esta máxima universal, una nueva y morbosa luz se abre ante ti y, a pesar de que mal de muchos, consuelo de tontos, te alegra comprender que, igual que para ti llegará y se irá lo bueno, como lo hará lo malo, si no te lleva por delante, que también es posible, estará pronto el tiempo en que expire la suerte de quienes la consiguieron con argucias poco éticas. Aquello del cerdo y su San Martín... Y aprendes que, toque el tiempo que toque, lo juicioso es pasarlo con quien merezca la pena, no callarse nunca un “te quiero” y, sobre todo y por si acaso, que en todo momento te pillen confesado.

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