Una idea para el tranvía

Hace unos días estuve en Vitoria, ciudad vasca con una red de transporte público envidiable, tanto de autobuses como de tranvías, que unen prácticamente la totalidad de los barrios de la capital alavesa. Un día tuve que coger un taxi y al percatarse el taxista de mi acento y preguntado por mi origen, al responderle que era jiennense, no me preguntó por los olivos, ni por Sabina, ni por la Catedral. Me preguntó con sorna si funcionaba el tranvía de Jaén, por lo que deduje que esto del tranvía fantasma de nuestra ciudad ha traspasado fronteras, y más que ponerlo en marcha en 2055, tal y como imagino que estará previsto su funcionamiento, deberían dejarlo parado, como hasta ahora, y podría añadirse como atractivo turístico de nuestra ciudad por su singularidad, ya que pocas o ninguna ciudad pueden ofrecer al visitante contemplar un tranvía de 14 años de antigüedad, con sus vías correspondientes como objeto decorativo. No, si al final vamos a tener que agradecer a nuestros políticos su desidia y el tomarnos por tontos. O quizás es que ellos van muy por delante del ciudadano de la calle y lo que están es haciéndonos un favor simulando disputas entre ellos pero, como siempre, buscando nuestro bien. Claro... claro... eso va a ser.