Una estrella

Ya estamos en plena Navidad. Tiempo de luces, de ilusiones y de villancicos, a pesar de las oscuridades cotidianas que nos envuelven. En estas fechas, Jaén vive iluminado de ilusiones y de esperanzas. ¡Qué bonitas lucen sus calles y plazas, impregnadas primorosamente de adornos, de colores y de espíritu navideño! Hoy no es tiempo de entrar en las diatribas políticas que a diario acosan a quienes nada quieren saber ni de guerras ni de confrontaciones ideológicas. Nos despertamos a diario con noticias de violencias, de engaños, de intereses inconfesables, de maldades ocultas. Casi siempre con dinero y poder de incómodos testigos. Por ello, cuando se acerca la Navidad imploramos la luz. ¡Buscamos desesperadamente esa estrella que nos ayude a iluminar el camino de la convivencia en paz de todas las gentes, de todas las generaciones! ¿Por qué no profundizamos los humanos más en lo que nos une y rechazamos ahondar en lo que nos diferencia o nos separa? En estos agridulces días navideños, tan contaminados de ausencias y recuerdos, podemos dejar que el alma se emocione, que nos aliente la ternura y la inocencia de los niños. Que nos conmuevan la hermandad y solidaridad de aquellos mayores que han sido ejemplos de paz, trabajo, unión y amor.