¡Una auténtica vergüenza!

Es lo que está sucediendo con la Ley de la Dependencia en Andalucía. Solicitudes de hace meses sin aparecer en el sistema, errores administrativos, expedientes pendientes de valoración de hace más de dos años, etcétera. Personas mayores olvidadas ante un sistema incompetente. Cuando te toca de cerca una situación así, cuando después de reclamaciones y quejas, no te dan una solución, ya no sabes ni qué hacer ni a quién acudir. Que la familia tenga que perder sus pocos ahorros, sus bienes, su hogar, en definitiva, es de una crueldad tremenda, y, aun así, que la ayuda no llegue. La vida no espera y hay quienes la pierden en el proceso de esta espera interminable. Ya bastante duro es que nuestros mayores enfermen. Enfermedades tan crueles como el Alzheimer. Personas que han estado toda su vida trabajando para que no se les reconozca, por derecho, una ayuda a tiempo cuando la necesitan. Esta transición entre el antiguo y el nuevo modelo de Dependencia está produciendo que suba el tiempo de espera y, para colmo, caen las prestaciones. Desde la Junta lo achacan a la convivencia temporal de dos sistemas informáticos. Lo peor de todo es que, cuando la ayuda llega, ya es demasiado tarde para nuestros mayores.