Un paso más
El final de mayo y esa presencia ya inminente de junio nos confirma que los españoles —y todos los ciudadanos del mundo— hemos dado un paso más con la idea de alejarnos de los efectos devastadores de la pandemia del coronavirus. La desescalada sigue adelante aunque yo ya me he perdido por dónde anda porque no todos los españoles la viven por igual. Tengo la suerte de poder ser poco exigente a la hora de elegir y me puedo conformar con la fase cero, que me permite vivir tranquilamente en mi casa con mis hijas, mis nietos, las llamadas de mis amigos y esta suerte de poder contactar cada día con ustedes a través de “La brisa de la Alameda”. Puedo asegurar que no me sobra tiempo porque todo el que pudiera tener libre lo necesito para recordar a mi mujer. Y también dedico su espacio a la información que me ofrece nuestro Diario JAÉN y las televisiones.
Les estaba diciendo que con la llegada de junio se ha dado un paso adelante en la lucha para establecer la desescalada. O al menos, así habría que pensarlo mayoritariamente, porque en algunas partes las normas no se toman en serio y el personal ciudadano se muestra incívico, insolidario, irresponsable y sencillamente canalla. Ya han visto el vergonzoso ejemplo de esos veinte ciudadanos de Lérida que celebraron un cumpleaños sin observar las mínimas precauciones, con el nefasto resultado que cuatro de estas personas estaban infectadas de la covid-19 y han contagiado el virus al resto. En una conducta así no solo hay que lamentar el contagio de quienes violaron las reglas, sino el perjuicio que han ocasionado a toda una provincia, ya que por esta causa Lérida no podrá acceder de momento a la siguiente fase. Salió caro un cumpleaños donde solo se lo pasó bien el virus, que no sopló para apagar velas pero es posible —aunque Dios no lo quiera— que sople para apagar alguna vida de quienes participaron en ese despropósito. Y ya sabemos que el Gobierno, que tampoco sabe muy bien por donde se anda, ha ordenado diez días de luto oficial para honrar y respetar la memoria de tantos miles de víctimas y mostrar públicamente una sentida condolencia a sus familiares. A unos les ha parecido bien y a otros que se ha tardado mucho en tomar esta decisión. Bueno, antes o después da igual, lo realmente dramático y doloroso es que se haya tenido que tomar. Otras medidas se toman porque sí, como la destitución por parte del ministro Marlaska del coronel de la Guardia Civil Pérez de los Cobos, a quien el ministro, saltándose el escalafón, ha sustituido por otro más afín. Pedro Sánchez no se ha manifestado sobre este asunto ni sobre otras intervenciones lamentables de gentes de su Gobierno y de la oposición.