Un negocio sangriento
Nos llegan a diario noticias de la guerra que mantiene Israel y Hamás o Ucrania y Rusia, pero de las otras cincuenta y tantas guerras activas actualmente, poco sabemos. Nigeria, Siria, Sudán o Somalia, son algunos de los muchos países que padecen el horror de una guerra desde hace años. Han acompañado a la humanidad desde hace cientos de años. Nuestra generación ha sido testigo de algunas de ellas, como la de Irak, los Balcanes o la de Vietnam. Los muertos se elevan a millones y las consecuencias son desastrosas. Cuestiones económicas o nacionalistas, suelen ser los motivos que llevan a estallar la mayoría de los conflictos. Por todo ello, la paz en el Mundo es una utopía, y por mucho que cada 30 de enero en los centros educativos se celebre el Día de la Paz y la no Violencia, los adultos sabemos que no veremos jamás un mundo en paz. La humanidad y los conflictos bélicos van unidos desde siempre y así seguirá siendo por desgracia. Después de todo, las guerras son un gran negocio y siempre habrá alguien interesado en mantener viva la llama del horror y la barbarie.