Un lunes muy nuevo

El refranero nos alecciona: “Después de una gran tormenta, una gran serenidad”. Y en ello estamos. Hoy lunes, la vorágine de las elecciones ha terminado, ahora toca gobernar con mucho rigor y buena fe. Jaén (como cualquier pueblo del globo) lo que de verdad necesita son buenos gobernantes. Ser alcalde o formar parte del Gobierno no creo que sea nada del otro mundo. Solo tener temple para actuar con orden, concierto y responsabilidad. Amor por lo que se baraja y se tiene entre manos. También por lo que representa y respeto al pueblo que ha votado. No considero que un político, para regir un pueblo con dignidad, tenga que ser superdotado o casi extraterrestre. Pensar que el capital que se baraja es dinero del pueblo y eso es respeto supremo. Como venimos de una dictadura muy larga y se carecía de cultura política de ningún tipo, cuando llegó la democracia estábamos en pañales. Cantidad de cosas se han aprendido tropezando y vuelta a empezar. Cuando llegamos a Europa no fuimos de los primeros, ni tampoco muy puestos en política europea. Pero el español es listo, despierto y con chispa, aunque lo de la chispa mejor dejarlo, porque podemos organizar un incendio en el mismo infierno...