Un guiño en el adiós

30 jun 2017 / 17:00 H.

Junio nos hizo sudar lo suyo. Se mostró implacable a la hora de lanzar sus temperaturas y hasta los que nunca dieron golpe sudaron. Ahora, junio ha querido despedirse con un guiño amable y nos ha obsequiado con alguna que otra brisa durante la noche. Es lo que suelen hacer muchos de los que se pasan la vida fastidiándonos y, al final, para dejar un buen recuerdo, hacen un detalle intentando suavizar su actitud. Algo así como las famosas zanahorias del ministro Cristóbal Montoro, a quien parece que se le está viniendo abajo el sombrajo y está también en la primera línea de tiro de una oposición que no deja pasar detalle del adversario pero que cierra los ojos cuando quienes meten la patita son del mismo equipo.

Por cierto que es curioso que en una encuesta nacional sobre la personalidad y entidad de los políticos de la transición comparada con los de ahora, los votantes coincidieran en una notable mayoría en lo que yo escribía hace unos días. Y es que para nadie ha pasado inadvertido que la categoría de los políticos ha bajado muchos enteros. Se intenta hacer cambios en la Constitución y entre las proposiciones está la de limitar el mandato de los cargos a dos legislaturas como máximo. Esto dolerá mucho a esos políticos que llevan los 40 años de democracia enquistados en un cargo sin mover una ceja. Son como figuras de cera, pero que no tienen la cara de cera sino de hormigón armado. Ya va siendo hora de una renovación a ver si hay suerte y se da con personas más eficaces, más trabajadoras. La política no debería ser una profesión segura para toda la vida y mucho menos para quienes no la toman como una profesión que exija una dedicación, un trabajo, sino como un regalo entre amigos. No quiero decir nombres de las muchas docenas que hay en esta situación, algunos muy cercanos a nosotros. Pero debería llegar el momento de que la política sea un servicio al pueblo y no un refugio de prebendados. Aunque no lleva tantos años en la primera línea política, a mí me llama la atención la figura de Alberto Garzón. ¿Puede decirme alguien qué peso tiene dentro de Unidos Podemos? La idea de unirse a Podemos parece que la adoptó Garzón porque sabía que estaba condenado al fracaso, a quedarse sin el sobre de esta empresa colectiva que es el Parlamento y que bastante dinero nos cuesta a todos los españoles.