Un estrella en La Capilla

    16 jun 2021 / 11:34 H.
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    La noche se mostraba serena, bajo el manto de oscuro terciopelo estrellas y luceros titilaban con un rumor de ángeles. El aire perfumado de esencias celestiales fue instalándose, poco a poco, como una danza suave, dulce y silenciosa. Un compás de sonidos fue acariciando la noche de Jaén, y en un instante una luz despertó en medio de la ciudad callada. Era al borde que entona la clara madrugada su acento, a media noche fue, cuando una estrella de claros resplandores se posaba en el viejo Jaén. Y Jaén se iluminó de esa luz de destellos, como si el sol hubiera despertado, de esa luz que alumbra la oscuridad y devuelve la vista para volver a retomar el camino perdido. La que da confianza en un leve latido porque se necesita la esperanza. En momentos de oscuras situaciones, vino a Jaén la luz de la alegría. Llegó a la madrugada una estrella de luces transparentes y se inundó Jaén de aquella procesión que transitaba por sus calles y en la quieta capilla se detenía el cortejo. Y la dulce Señora derramaba en Jaén su perfume, su aroma de azucena, con su blanca carita vino a traer el ánimo en aquellos momentos tan aciagos, a dejar su dulzura en aquella noche de claros resplandores. Desde entonces una estrella está en Jaén brillando, sobre un altar se eleva su imagen pequeñita. En sus ojos la luz va derramando serena como una fuente leve que susurra poemas de esperanza, de cantos de confianza para no detener nuestro camino. Una estrella que vino para hablarnos de Dios, a mostrarnos esa dulce ternura con la que pinta cada día nuestras almas. Esa fuerza que nos arropa en momentos difíciles como un compás de versos infinitos, como un cantar de dulces estrofas que alientan nuestra vida cuando la oscuridad se posa de repente en nuestros días. Cuando todo parece que nos aplasta y nos lleva a un rincón sin salida, surge del alma la luz, la fuerza, el ánimo... Jaén vuelve a sentir el destello de luz de la Capilla, la magna procesión que, por tus calles, aunque este año tampoco has de vivirla, allí en tu corazón has de notar su aroma. La Virgen a Jaén seguirá derramando del Cielo bendiciones. Y chirris y pastiras en la fiesta jaenera, antes que llegue el calor del verano desatado y se pinte de azul intenso este cielo jiennense.

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