Un ataque intolerable

Hecho incontestable: Rusia invade Ucrania sin que por parte de esta hubiese agresión previa. Sin entrar en causas próximas o remotas que interpretasen esta acción aquí hay una ofensiva bélica por parte del poderoso contra el débil. Objetivamente es un ataque donde la ley del más fuerte es la ley que exhibe Putin. Hay quien dice “no a la guerra” como mantra deseable; lo deseable es la paz. Para la paz hay varios caminos y en todos el débil perderá, pero aducir que el mejor es la renuncia a defenderse (en aras de evitar grandes males) es en realidad sancionar como buena la invasión producida, justificar la brutalidad de Putin. Quienes argumentan lo anterior obran según ideologías fosilizadas encajadas entre “buenos y malos”, marcas registradas. Así que Putin (no Rusia) tiene derecho a revertir las situaciones históricas a las que los propios errores de los gobernantes rusos dieron lugar. Habría para un libro. En busca del santo grial unos invocan a Don Pelayo (por ejemplo) y otros a Taras Bulba. La extrema derecha dice que Putin es comunista y la extrema izquierda lo cree.