Ultreya diocesana

    20 oct 2021 / 16:48 H.
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    El próximo sábado 23 de octubre se va a celebrar la XVII Ultreya diocesana del Movimiento de Cursillos de Cristiandad en Jaén. El encuentro será a partir de las 10:30 horas en el Seminario Diocesano de Jaén. Son muchas las personas que, a lo largo de los años, han vivido su Cursillo de Cristiandad. Esta es una nueva oportunidad de reencontrarse, de volver a vernos, de reavivar esa “llama” de fe que se encendió en aquellos tres días que tan intensamente vivimos. Una perfecta ocasión para traer al presente lo que en un pasado cambió nuestras vidas. Así me lo ha expresado alguien que recientemente ha vivido el Cursillo 326: “me ha cambiado la vida”. Unos lo han vivido no hace mucho tiempo, otros los hemos disfrutado hace bastantes años, el que caso es que no importa el tiempo transcurrido, cuando la “llama” se enciende y te “toca” el corazón, esto te transforma, te permite gozar y la vida intenta ser testimonio de lo vivido. Es una muy buena manera de comenzar el curso, porque estoy seguro que este encuentro que nos posibilita “el vivir, el crecer y el compartir la vivencia del Cursillo”, nos va a impulsar en nuestro compromiso evangelizador allá en cada ambiente en el que estemos insertados o en cada comunidad a la que pertenezcamos. Una Ultreya de Cursillos de Cristiandad nos permite crecer como personas, como Iglesia, nos permite seguir caminando juntos, construyendo juntos, trabajando por sueños e ideales, para que el hombre descubra quién es el verdadero Dios de la Biblia, cuál es el auténtico mensaje de Jesús que nos encamina a la felicidad. Esto es parte de lo que nos posibilita el vivir un Cursillo de Cristiandad. Agradezco a los actuales responsables del Movimiento en nuestra diócesis esta convocatoria, porque no hay nada mejor que revivir lo que a uno le impulsa a vivir, y un Cursillo te transforma y te lanza a vivir con autenticidad, cargado de ilusión y esperanza, convirtiendo la oscuridad en claridad. Es el descubrimiento del que muchos gozamos y que, una vez más, vamos a poder compartir con alegría y con el deseo de que nos fortalezca en nuestra vida cristiana.

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