Ucrania democrática

    26 ago 2023 / 09:00 H.
    Ver comentarios

    El estado dictatorial ruso y sus fuerzas militares están violando masivamente los derechos humanos de la población civil ucraniana, derechos promovidos por las Naciones Unidas y que deberían ser escrupulosamente respetados en cualquier conflicto bélico. La mayoría de los países de las Naciones Unidas han considerado necesario condenar con determinación los argumentos utilizados por Putin exigiendo la integración de Ucrania al estado ruso, y la brutalidad que utiliza para conseguir su objetivo.

    Mientras este atroz ataque sucede, una de las características más llamativas de la narrativa sobre lo que está ocurriendo en Ucrania, compartida también por la mayoría de los grandes medios de comunicación en nuestro país, es el sesgo laudatorio de sus reportajes sobre el gobierno ucraniano y, muy en particular, de su presidente, el Sr. Zelensky. Al presidente ucraniano se le representa como un gran dirigente no solo de Ucrania, sino como ejemplo de todo el mundo occidental en su lucha contra los rusos y su presidente Putin, en defensa de los valores democráticos que el gobierno de Ucrania y los países de la OTAN, sus aliados, supuestamente representan. No es difícil sostener esta imagen como consecuencia del brutal ataque e invasión de Ucrania que se ha caracterizado por su hostilidad hacia la población civil por parte de las fuerzas militares del estado ruso.

    Sin embargo, en esta representación de la figura del presidente Zelensky como héroe defensor del mundo democrático, se está obviando que él, y su partido, están aprovechando el estado de guerra para llevar a cabo políticas ultraliberales que ya habían sido propuestas antes de que se iniciara la invasión y que no se habían llevado a cabo debido a su enorme impopularidad. Dentro de las muchas medidas tomadas ahora se incluyen las grandes privatizaciones de empresas públicas, mayores recortes dentro del ya limitado estado de bienestar del país, desregulación de los mercados y gran liberalización de la actividad económica; de esta manera se favorece la entrada de grandes empresas del extranjero en los sectores más importantes de la economía, como, por ejemplo, el agrícola. El mismo FMI requirió que el gobierno y el parlamento aprobaran el derecho de las empresas agrícolas extranjeras a comprar tierras en Ucrania y ya ha sido aprobado recientemente por el parlamento. Esta propuesta, tan enormemente impopular, también se hizo antes de iniciarse la guerra, y no se había podido aprobar hasta ahora poniendo como excusa que se necesita estimular la inversión extranjera y facilitar la recuperación económica. También se están aplicando estas políticas argumentando que para la victoria se requiere que se tomen urgentemente. También muchas agencias internacionales promotoras de las políticas neoliberales, como el Banco Mundial y el FMI, están presionando para que se lleven a cabo. Estas organizaciones internacionales, y especialmente el FMI, son las que ya habían exigido al gobierno ucraniano una serie de medidas ultraliberales como condición para flexibilizar y retrasar el pago de la deuda externa. Otras medidas ultraliberales aprobadas por el gobierno Zelensky y por el Parlamento que controla, son políticas antisindicales que reducen los derechos de la clase trabajadora utilizando el conocido argumento neoliberal de que es necesario flexibilizar el mercado de trabajo, reduciendo los derechos laborales, a fin de facilitar la recuperación económica.

    Zelensky argumenta que la guerra exige tomar estas medidas, olvidando que esas mismas ya se propusieron por su gobierno en tiempos de paz. No hace falta explicar que en una guerra se pueden requerir medidas excepcionales que quizás afecten al ejercicio de los derechos de la ciudadanía. Pero un estado que aspira ser aceptado como democrático no puede actuar tomando tales medidas sin siquiera consultar con los sindicatos que han estado excluidos del proceso de decisión sobre tales cambios. Sin embargo, las organizaciones empresariales, máximas beneficiadas por tales medidas antisindicales, sí fueron consultadas en el proceso de decisión.

    Articulistas