“Ube y Zara”
Con motivo del 75 aniversario de la apertura de la Safa de Úbeda y del IV encuentro de Asociaciones de las Escuelas Profesionales de la Sagrada Familia, se ha llevado a cabo un variado programa de actos, durante los días 3 y 4 de junio. Voy a referirme a la jornada del primer día. La tarde traía trasiego de personas de diferentes edades y condiciones, como mostraban los patios de entrada y de columnas, donde se amalgamaban antiguos y nuevos alumnos de la Safa ubetense y andaluza, con familiares y amigos. Como fui alumno de la antigua Escuela de Magisterio de la Safa de Úbeda (1970-73), me incorporé a las que la comisión de este encuentro tenía preparadas. La primera, a partir de las siete, con la recepción en el patio de columnas, saludando a quienes iban a asistir a la presentación del libro “Ube y Zara”. En la mesa presidencial se sentaron el que esto escribe, como presentador del libro; Bernardo López Aparicio, profesor emérito de la institución y Pedro Mora Figueroa, coautor e ideólogo del libro. Expliqué las bondades y aciertos de este extenso volumen de 396 páginas, a medio camino entre ensayo histórico y novelesco, en el que sus autores dan voz dialogada a dos hermosas damas, Úbeda y Zaragoza, con sus nombres apocopados. El libro conjuga cultura, historia, geografía, literatura...; ofreciéndonos una joya que enamora, tanto por su letra amable como por su florida, irónica y hermosa prosa, que sirve para beber en esta fuente inagotable de cuadros sinópticos, acendrados resúmenes, tablas cronológicas, preciosos dibujos, emotivas fotografías... que ofrece. Después, Pedro Mora, coautor de “Ube y Zara”, (¡que vende al módico precio de 7 euros!), hizo un pedagógico y magistral recorrido, mediante 31 diapositivas sacadas del libro, para acabar su intervención lanzando un reto a poetas y músicos de nuestra asociación: que compongan una canción al último sultán ubetense, Akil, al estilo de la que se popularizó en 1974 a Boabdil, “Llorando por Granada”, del grupo musical “Los Puntos”. Cuando acabó el acto, tras haber dedicado Pedro bastantes ejemplares a compañeros y amigos, muchos tomaron la ruta de tapas por su querida Úbeda, rememorando antiguos y maravillosos tiempos.