Truenos en verano
Un verano es encuentro y celebraciones. Aprovechamos para agradecer el amparo de nuestras deidades. Conocida es la vida minera. Su patrona, Santa Bárbara. Nos acordamos y buscamos su amparo, cuando truena, conscientes del peligro. Hemos dejado de sorprendernos. Vivimos la realidad es líquida. Para Bauman: “colapso del pensamiento, de la planificación y de la acción a largo plazo”. Una realidad que se escapa entre los dedos, vemos su rastro, sin control. No pensamos en que la genera. Prevalece el principio de carpe diem y el que venga detrás de mí que asuma. O aquello de Dios proveerá. El fin es no analizar causas ni responsables de las misma. Esta es la foto. El fin de la actual economía “flexible” no es lograr la calidad de vida para la población. Es la abundancia como valor y creer que esta es la riqueza. El valor de un supermercado no es lo que vende, sino que las estanterías estén siempre llenas, aunque se pudran los productos perecederos. Estimula el consumo. Dicen que debes tener varias plataformas de películas, más de cien canales de televisión, acceso a miles de temas música, audiolibros ilimitados. Tu riqueza es la posibilidad acceso. Se expresa en número de vidas necesarias para disfrutarlo. Eso sí, previo pago. ¿Extraña que surjan problemas de energía? Animar un sentimiento de bienestar en la abundancia es un condicionamiento social, crea el valor. La actividad produce satisfacción si implica consumo y gasto. Es un medio para quien se enriquece. Busca igualmente acumular, solo que en lugar de canciones o películas es dinero para más de una vida. Asumen la solidaridad como un lastre reconocido para asumir perdidas por malas políticas o para mejorar infraestructuras propias. Las ganancias son resultado del esfuerzo, sin recordar que te permitió llegar ahí. ¿Por qué oponernos a los impuestos? Los bancos pierden de vista que no se recuperaron solo las cajas de ahorros, se rescató el sistema bancario. Por una carta se cae todo el castillo. Están apoyadas unas en otras. Alemania, en cambio, exige que si sus empresas frenan su crecimiento, las demás tampoco tengan la posibilidad de crecer. Para evitar el freno vuelan la Santabárbara recurriendo a subvencionar carbón y nucleares sin medir consecuencias. Díganme “quien quema el monte”. ¿Escasez o sobreconsumo de materias primas y combustibles? Una vez más nos acordamos de la santa cuando truena. Hemos entrado en el ranking de provincias que unen celebraciones y agresiones sexuales. Somos cómplices por inacción al no negar cualquier comentario, acción intimidatoria —actitud finalmente— que agrede y coarta la libertad de las mujeres, dándole razones y derechos a los agresores a pensar en que son objetos a poseer, con el fin de satisfacer sus deseos. Comienza hoy un camino que parte de cero para el Partido Popular, un gobierno gestionado en exclusiva. Esperemos que sea cierto que desean encontrar puntos comunes con todas las personas con sensibilidades diferentes. Hemos olvidado que en Andalucía desde hace 10 años ha habido tres gobiernos de coalición y aquí seguimos; han permitido que se recoja el más amplio espectro de los deseos y expectativas de quienes se sentían representados en el Parlamento. Esperemos no tener que recurrir a la santa porque hayamos bolado la Santabárbara en nuestras últimas elecciones. Las mayorías son expansionistas, desplazan a los extremos a lo que denominan centro.