Trabas burocráticas

Esto no funciona bien. Basta con pasear y ver la cantidad de locales cerrados y los que están a punto de echar las persianas. En conversación con mi amiga Coral, propietaria junto con su hermana Silvia de la emblemática tienda de moda Sylvia Martín, que ha estado durante treinta años llenando Jaén de la mejor moda juvenil, me comenta que pese al esfuerzo por tratar de aguantar, han cerrado por la falta de alegría en las calles y por la poca empatía de los propietarios de los locales que prefieren dejarlos cerrados a bajar el precio de los alquileres.

La solución para evitar cierres no la conozco, aunque pudiera pasar por darle vida y activar Jaén. Para explicarme voy a poner ejemplos que es como mejor se ve el paño. En estos días ha sido noticia la apertura por parte del grupo Bonilla de un gran centro logístico en Martos. Las instalaciones darán trabajo directo a más de 130 personas, convirtiéndola en uno de los centros logísticos más importantes de Andalucía. La apuesta se ha visto apoyada por el Ayuntamiento, que la ha bonificado con un 60 por ciento en los impuestos y licencias necesarias para la apertura de esta actividad. Otro claro ejemplo es el de la Comunidad de Madrid que ha iniciado la tramitación para la supresión de la mayoría de las licencias urbanísticas que hasta ahora eran obligatorias, con el objetivo de evitar esperas. Todas las licencias urbanísticas excepto las estatales, se sustituirán por “declaraciones responsables”, lo que ayudará a acortar los plazos y a atraer inversión. Por supuesto estas declaraciones responsables irán avaladas con los correspondientes proyectos técnicos.

Aquí en Jaén, ya son muchas las empresas que han probado asentarse y que al final han cogido las de Villadiego huyendo de las trabas burocráticas que se les ponen, y eso que tenemos el Parque Empresarial “Nuevo Jaén”, con 1.265.000 metros cuadrados muertos de risa, esperando que alguien se digne darle vida. Voy a poner algunos ejemplos de pérdidas por falta de celeridad en las tramitaciones urbanísticas. Primero el “Centro logístico Amazon”. No se me ocurre otro calificativo que el de sangrante. Segundo, el “Centro de Ocio Maristas”. Actualmente se encuentra en la cuerda floja por la tardanza en la aprobación de las modificaciones del planeamiento y posteriormente la anulación del plan general de 2016. Tercero, el “Solar de la calle Santiago”. Se pensaban construir aparcamientos para descongestionar el déficit de parking del casco histórico y que después de dar mil tumbos por las tardanzas urbanísticas y arqueológicas, ha quedado en agua de borrajas, siendo un auténtico muladar en el centro del casco antiguo, por donde pasan la mayoría de los turistas que nos visitan.

Cuarto, el “Solar de Simago”. Después de haber pagado los propietarios del solar el nuevo acceso al parking de la plaza de la Constitución por la calle Roldán y Marín (1.600.000 euros), aún están a la espera de licencia porque al parecer hay un importante nudo de instalaciones de
Gas Ciudad y Endesa que
tienen que solucionar, por
lo que están a punto de arrojar la toalla. (Señores munícipes, agilicen este tema,
que nos vemos otros treinta años con esta escombrera en el centro de Jaén). Quinto, “Quirón Salud”. Sencillamente se fueron por aburrimiento. Para no ponerme cansino, rebusquen como va lo de la ampliación del Campus Universitario, o como siguen los solares cedidos en desarrollo urbanístico alrededor de la Kharma, que estaban previstos para distintas dotaciones públicas y después de quince años siguen sin que se hayan puesto en mano pública ni privada a través de los mecanismos previstos para promoción de suelo.

Voy a parar porque se podría escribir
una enciclopedia con el título: “Mil proyectos fallidos en la ciudad de Jaén” o “Historia
de una ruina”. Creo que con 1.400 empleados municipales, que se dice pronto, se podría hacer algo más. Como dice mi amigo
Mister X, “Tenemos unos gestores que no
nos lo merecemos, o tal vez al contrario,
que son justamente los que nos merecemos”. Ya no sé qué pensar.