Torredonjimeno os ama

    28 sep 2023 / 09:19 H.
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    Lo mismo que dos luceros brillantes de santidad, brillan sobre nuestro pueblo San Cosme y San Damián”. El sol pintaba ya el horizonte con sus dorados rayos, las piedras del castillo se cubrían con el brillante astro aquella mañana de septiembre. La noche había estado envuelta en una gris penumbra de muerte y de dolor, era casi imposible hacer frente a aquella situación de amargura, que sumía al pueblo en una gran angustia. El día amanecía y con las primeras luces de la aurora se presentía algo muy especial, el aire se perfumó de rosas, el sol acariciaba con su más dulce y cálida mirada. Aquel día el otoño recién estrenado había traído su armónico sonido de aves, de brisa y hojas. El pueblo se había vestido con ese amarillo color de la mañana y sus empedradas calles despertaban del sueño de una noche cubierta por un velo negro de llanto y de tristeza, la epidemia de peste había caído sobre la ciudad devastadoramente. Más los toxirianos de aquel 1580, a pesar de todo, no habían perdido la esperanza. Aún la fe latía viva dentro de ellos y rogaban a Dios la curación de sus gentes. Tras las invocaciones y rogativas, se habían encomendado a los Santos mártires Cosme y Damián, porque sabían de su amor hacia aquellos que sufrían por sus dolencias y pedían a los Santos médicos la curación que a través de ellos Dios podía conceder ante tanto desconsuelo. Y así sucedió aquel maravilloso veintisiete de septiembre, por el viejo camino de Martos llegaron dos extranjeros y pasando por las casas de la población iban dejando la salud entre los enfermos que allí había. Aquel día todos restablecieron el bienestar con la medicina del Cielo. Torredonjimeno nunca olvidará aquellos momentos de alegría, ni a aquellos hermanos gemelos que sanando los cuerpos enfermos también sanaron las almas, porque la medicina que les dieron venía de Dios. Hoy, 27 de septiembre, también el sol besará las calles y plazas de esta ciudad que los erigió sus patronos, en aquel voto que hizo el pueblo en recuerdo de su amor por los que nos curaron. Hoy también brillarán sus nombres y Torredonjimeno volverá a rendir honores a estos mensajeros de la Gracia de Dios que nos devolvieron la alegría. Santos Cosme y Damián, seguid rogando por Torredonjimeno, porque Torredonjimeno os ama.

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