“Torisia is different”

“Mi pueblo es especial, muy suyo, une a grandes virtudes sus “puñeterías”. El ser tosiriano se forjó en la lucha por su independencia de Martos, que compró y pagó a Felipe II (1558); fue en su edad de oro, pronto frustrada un siglo más tarde en crisis, sequías y hambrunas que propiciaron la peculiar personalidad de los vecinos que son acogedores, solidarios, religiosos. También desde entonces son diferentes, de ideas muy claras que les llegan a apasionar, ya sean devociones, colores deportivos o personajes, más que de signo político; no hay más que ver la historia reciente. Los primeros en divertirse y en procesiones, con más cofradías que Baeza; peculiares en protestar injusticias; empíricos, inconstantes; tardos en entender lo que no le explican; y si lo entienden, se entregan. Ejemplos: el mercadillo de los domingos que impuso un alcalde y todos se juramentaron para cambiarlo; veinte años después —ya han gobernado cada uno de ellos— y sigue siendo el mismo día. Son peculiares y celebran verbena en la ermita cuando no está la Virgen, que vuelve el mismo domingo que traen a los patronos; a los “santicos” los llevan a los “fuegos”. Y a falta de carisma, en política, cambian cada 4 años.