Todos los cuidados
La XI Legislatura ha empezado movidita en lo que al feminismo se refiere. Oscar Wilde diría que esto es muy bueno para la causa. Ya durante la campaña electoral, con las meteduras de pata de Rivera, este país aprendió, por fin, qué es violencia de género y en qué se diferencia de otras violencias. No hay mal que por bien no venga, dice el refrán. Que el presidente del Congreso se estrenara recordando a Clara Campoamor y pidiendo un pacto de Estado contra la violencia hacia las mujeres, estuvo muy bien para empezar. Después llegó Bescansa, su bebé y “la crianza con apego”. Y llegaron las opiniones enfrentadas. Mujeres a las que aprecio lo han descrito como acto revolucionario. Otras como casposo. Resulta conmovedor, por lo repetido, pero a la vez terrible, observar cómo las jóvenes siempre creen estar inventando la pólvora, y cómo las mayores están convencidas de que son ellas, quienes, ya de vuelta de todo, pueden darles el mejor consejo que les evite el error y nos ayude a todas a avanzar. ¿Y, si dudar o respetar resultase enriquecedor? Para muchas, entre ellas mi admirada Colau, ser madres es lo primero. Otras, en cambio, nos preguntamos, ¿No era primero ser persona? ¿No va antes ser mujer? ¿Es la maternidad una esclavitud deseada? ¿La leche materna es casi mágica? ¿Es la promoción de la lactancia materna una fórmula malvada para devolver a la mujer al hogar? Dudemos. Preocupa también saber, si la diputada, en uso de sus funciones o en su papel de madre, eso se nos escapa, solo pretendía defender que las madres críen a sus criaturas como quieran o si, además de eso, con su acto está haciendo visible, nuestro deficitario Estado del Bienestar. Si fuera así hay que aplaudirle. En un país, en el que muchas personas ni se pueden plantear tener descendencia, defender que unas trabajadoras privilegiadas, como ella, decidan cómo crían a sus bebés no está mal, pero reivindicar que todas las personas tengan derecho a ser cuidadas dignamente está mucho mejor; y más aún, cuando, quienes realizan estas tareas, son, principalmente, las mujeres.