Titulillos al corte
Señor, señora, acérquese. No le defraudaremos, tenga la seguridad. En este negociado le ofrecemos todo lo que necesita si se dedica a eso que llaman “política”. Dicen que no se necesita “ná de ná”, perdóneme la confianza, pero usted y yo sabemos que donde se ponga un papel con orla y relumbrón pues ya se sabe, todo luce más.
A ver, ¿qué necesitaría? Le puedo ofrecer una colección de másteres de muy diverso calado a los que sólo tendrá que añadirles un marco de postín por si los quiere colgar en ese despacho al que aspira. El nombre, mientras más rimbombante, mejor. Y elija usted la Universidad, Fundación o Escuela de Negocios que prefiera. Las tenemos todas a su disposición. Si lo que desea es un título universitario ya que apenas se matriculó usted en el primer curso de alguna carrera que luego olvidó seguir o, incluso, si nunca se matriculó en nada, pues también le ofrecernos una cartera de exquisita notoriedad, no se preocupe. Doctorados y Licenciaturas al corte son nuestra especialidad. Si es usted modesto o modesta y prefiere una sencilla Diplomatura también las tenemos en oferta. Por cada Diplomatura ofrecemos un pack de veinte cursos de formación que convenientemente adornados le procurarán también una buena aureola para su currículum. ¿Se decide? No lo dude. Nuestros títulos le harán alcanzar lo más alto, florido y sustancioso del poder. Y además no tendrá que darnos adjudicaciones de obras públicas ni contratar a nuestras esposas, hermanos o cuñados en la administración. Dicen algunos que para ser político “de pro” no hace falta tener formación alguna y será verdad posiblemente, pero ¿y lo que viste y adorna un buen puñado de títulos para hacer creer que el país está en manos expertas, experimentadas, estudiadas y competentes?
Si luego resulta que se descubre el pastel es posible que salga un compañero o compañera de cualquier ministerio a defender lo indefendible. Y si uno se ha destacado por el aplauso inquebrantable, la lealtad inalterable y la docilidad fuera de toda duda, nada tendrá que temer. Anímese. No se arrepentirá.
