tran, tran

Los contagios en alza, las vacunaciones surrealistas, Filomena a tope y los supremacistas se pegan un pasón en el Capitolio. Una conspiración perfectamente orquestada y dirigida a reventar la democracia norteamericana. “Si USA viera lo que USA está haciendo en USA, invadiría USA para liberar a USA de la tiranía en USA”. No quiero pensar qué habría pasado si esa turba hubiera sido negra, aunque lo barrunto. Y claro, es inevitable recordar el clima político que casados y abascales llevan creando aquí. Los autodenominados constitucionalistas (que tiene tarea) están rebrincados desde que palmaron en las Generales. ¿Cuántas veces hemos oído decir, con total impunidad, a estos lumbreras que tenemos un gobierno ilegítimo? La ignorancia y la incultura, dos de los pilares básicos de la prepotencia, son la madre del vinagre de este garrulerío sin fronteras que pulula como pollos sin cabeza, con menos cálculo que una nube y los mismos papeles que la choza de un melonero. La ola trumpista tiene sus franquicias, y aquí, cómo no, también. Pero a esto no se llega azarosamente, más bien, aznarosamente. ¡Qué no nos farte de na, de na, de na!