Teña de maraña

No elegimos nacer, tampoco elegimos morir. Y a pesar de estar donde estamos sin haberlo elegido tejemos nuestra vida a base de roturas y roturas, y vuelta a tejer. Y a pesar de tanta fragilidad hay decisiones que, aunque
aparentemente puedan parecer insignificantes, ayudan a fortalecer ese nuevo esfuerzo sin que el destrozo haya sido en vano; o al menos ayudan a encontrar la mejor manera de hacerlo sabiendo cómo reconstruirlo porque todo
se repite. Capturamos y envolvemos los recuerdos y nuestras historias en una especie de capullo de seda (es)tupido para que no se vean y así no podamos despertar a la conciencia; tranquila da menos que hacer y da menos que pensar, colaborando con aquellos que quieren hacer desaparecer las creencias verdaderas para que la manipulación coja fuerzas a base de comprar mentiras absurdas a un precio muy bajo. Siempre es el momento para tomar decisiones, porque siempre no sabemos cuánto dura. Lo que sí sabemos es que una decisión tomada a tiempo es mejor que el arrepentimiento de no haberla tomado nunca. Decide elegir.